MENSAJE DE NAVIDAD A TODOS USTEDES
Pbro. Ángel Yván Rodríguez P.
Es para mí motivo de profunda alegría humana y cristiana poder compartir con cada uno de ustedes, el mensaje de Navidad a través de este medio.
Dios no entorpece la acción del hombre que en forma sincera, honesta y comprometida, busque el progreso espiritual y material de todos los hombres, de cada hombre, por el contrario, lo anima y fortalece y le encomienda que perfeccione lo que ya está creado para beneficio y provecho del mismo hombre. Los invito a que juntos busquemos el sentido verdadero de la Navidad cristiana que pronto vamos a celebrar. Muchos de ustedes tendrán ya su pesebre o nacimiento en sus casas, otros lo desean pero por diferentes razones no lo han logrado todavía, no importa de una u otra manera todos podemos contemplar algún pesebre durante estos días de Navidad.
Por bonito que esté el pesebre, fíjense que la primera casa (sobria y pobre) del Dios hecho hombre, es un campanazo que nos invita a aceptar en forma comprometida, lo que este misterio del nacimiento del “ Dios hecho hombre” significa para nosotros: pide a cada hombre, trabajar para crear un ambiente, un clima de verdadera justicia para que se dé la paz verdadera.
Volvamos hacia el pesebre de Belén y descubramos en la pequeñez del Niño la presencia de Dios, Inclinémonos hacia el pesebre y descubramos en el recién nacido a nuestro hermano que llora en su necesidad, que clama en medio de las injusticias un compromiso solidario al que nos sentimos llamados para remediarlo. Si quisiéramos encontrar a Dios, allí está Él con todas las limitaciones que sólo puede imponer el Amor. Si queremos encontrar al hombre, allí está Él con toda la grandeza del Niño de Belén, Dios y hombre entre nosotros.
Fijemos nuestras miradas, en el silencio de María y José, elegidos de Dios, seguros de la confianza de Dios. Depositarios de la mirada de Dios para cumplir su obra de salvación.
No nos cansemos y pensemos en este anuncio que hace el Ángel del Señor a aquel grupo de pastores: “Les ha nacido un Salvador” y ofrece al mismo tiempo un signo, “ Un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. Seamos pregoneros en ésta Navidad, que el nacimiento de Jesús en Belén no es un hecho del pasado. Jesús renace en cada corazón que encuentra el Amor de hermanos.
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