martes, 17 de septiembre de 2013



EVANGELIZAR EN TIEMPOS DE INCREENCIA

Pbro. Ángel Yván Rodríguez Pineda




 

            Estamos hoy ante una profunda crisis de fe, ante una pérdida del sentido religioso y espiritual del hombre de hoy, realidad ésta que nos ubica delante de un gran desafío como Iglesia. Este diagnóstico dado por el Papa Emérito Benedicto XVI, nos obliga a responder a una pregunta que no es nueva: ¿Sigue siendo la fe la posibilidad más radical y humana para el hombre, justo en un momento en el que parece alcanzar sus deseos más mundanos y secularizado?

            Más allá  de la respuesta, lo que nos debe interesar es la pregunta misma por esa posibilidad misma de la fe, lo cual nos permitirá descubrir la situación nueva que vivimos: La increencia como mentalidad dominante y una sociedad donde lo que se cuestiona precisamente, es la fe en Dios.

            La crisis de fe es cultural. No es una actitud determinada contra ella, sino una atmosfera que ha logrado conformar una mentalidad de esta época, que ofrece una mentalidad desvinculada de valores, de reglas, de normas objetivas, y que invita ha rechazar todo lo que supone un límite de deseos momentáneos. Pero este tipo de propuestas, en lugar de conducir a la verdadera libertad, lleva a la persona a ser esclava de sí mismo y de sus bajos instintos libertinos.

            Podemos decir que no hay un problema  de herejías doctrinales, sino de indiferencia existencial entorno a la fe y a su forma explícita de confesión eclesial. La cultura y el andamiaje social sobre el que estaba asentada la fe cristiana como un conjunto unitario o base común, se ha roto.

            Ahora es un momento nuevo. La cultura y la sociedad, sin ser pre-cristianas, ya no son decididamente cristianas, sino post-cristianas y hasta anti-cristianas.

            Algunos siguen siendo tradicionalmente cristianos, pero de hecho viven en medio de una sociedad como si no lo fuesen, dejan esta realidad exclusivamente para el ámbito de lo privado y familiar, sin convicción ni decisión para que esta forma de vida impregne la vida cotidiana en el ámbito donde se juegan las decisiones fundamentales.

            En este contexto cultural, es donde se nos plantea el desafío de la Nueva Evangelización, es una invitación propicia para que todo dirigente del MCC, se sienta interpelado ante el llamado de ser inexcusable ante el firme deseo de Dios para con el hombre.

            Con esta apreciación de la realidad no quisiera dejar la impresión de negatividad o desaliento, sino todo lo contrario. Conocer la realidad y asumirla nos ofrecerá la posibilidad de enfrentar esta problemática y prepararnos adecuadamente bajo un sentido integral de lo humano y lo espiritual.

            Evangelizar la increencia, es hacer vida el mandato mismo de Cristo de proclamar el Evangelio a todo hombre. Un interpelación que ha de resonar en toda nuestra acción apostólica como dirigentes del MCC; es decir discernir a corazón abierto delante del mismo Cristo; si estamos haciendo lo que Él quiere que hagamos, o si estamos acostumbrados solo con predicar a los más cercanos.

            Evangelizar la increencia es dar vida a unas cuantas inquietudes del mismo mandato evangelizador que nos ha propuesto Cristo: ¿Cómo puede el Evangelio ser noticia y noticia buena para nuestras comunidades cristianas? ¿Cómo anunciar a Cristo a hombres y mujeres que, habiendo oído hablar de Él, hoy le dan la espalda? ¿Cómo hacer creíble el Evangelio a personas que después de haberlo escuchado lo rechazan? ¿Cómo presentar la fe cristiana a quienes no parecen necesitarla?. En definitiva, ¿Cómo anunciar y ofrecer al hombre de hoy el Evangelio de la vida y la salvación de Jesucristo de tal manera que pueda ser acogido, vivido y experimentado ya desde ahora, dentro de los límites y fragilidad de nuestra existencia, como promesa de Vida Eterna?

            Que María Madre del Primer Evangelizador, que, con el testimonio de su fe en la Palabra de Dios y su actitud de servicio, supo llevar la Buena Nueva de su Hijo a su prima Santa Isabel, inspire y sostenga nuestra tarea evangelizadora.

Caracas 13 de Septiembre 2013

Festividad de San Juan Crisóstomo, Obispo y Doctor de la Iglesia

I Taller Nacional de Dirigentes  del MCC