MADUREZ EMOCIONAL
Escuchamos hoy una afirmación constante ante la realidad juvenil: “los jóvenes de hoy tardan más en alcanzar la madurez que las generaciones anteriores”. Asumir responsabilidades y saber enfrentar las dificultades de la vida, se muestra cada vez más difícil de encontrar. Incluso algunos expertos en psiquiatría lo han denominado el “Síndrome de Peter Pan” o la eterna adolescencia.[i]
Cuando nos referimos a la madurez afectiva, nos estamos refiriendo a un estrato de la personalidad muy relacionado con el biológico (nivel de la sangre, las hormonas). La afectividad está relacionada con la típica pregunta: ¿cómo estás? Esta madurez afectiva tiene mucho que ver con la propia apreciación que hacemos de nosotros mismos y de los demás.
Para lograr una personalidad equilibrada y libre, es conveniente educar las virtudes, específicamente la fortaleza y la templanza. Con ellas cada uno podrá ser más dueño de sí mismo; y por tanto más libre y más feliz. Una persona a la que le falta el ejercicio de estas virtudes, no será libre sino esclavo de sí misma. Esta situación puede generar inseguridad y angustia.
La persona inmadura presenta dificultades de adaptación: choca con los demás y podrá presentar trastornos de personalidad entre los cuales podemos mencionar:
- · La falta de valoración y aceptación.
- · La inseguridad.
- · Sentimiento de inferioridad. (Las personas que siempre ven lo negativo).
- · Angustia y nerviosismo.
- · Perfeccionismo.
· La rigidez: la inseguridad lleva a aprender pocas cosas y hacerlas constantemente, porque es lo que cada persona domina. Esta conducta puede provocar conflicto con los demás, ya que los otros tienen otras formas de actuar o pensar.
- · Pesimismo: miedo a equivocarse.
- · Inseguridad que conduce a la duda y a la indecisión.
- · Elevada auto exigencia.
- · Extroversión, las personas inseguras se vuelven hacia los demás, pero no se conocen.
- · Baja tolerancia a la frustración
- · Inestabilidad de ánimo.
- · Respuestas emocionales desmesuradas.
- · Susceptibilidad.
· Como consecuencia de todo ello pueden aparecer obsesiones, depresiones, fobias y angustias.
[i] Síndrome de Peter Pan: Término adaptado por la psiquiatría desde 1.983, mediante el cual se describe las características de la persona que se niega por sí misma a crecer y que es temeroso a asumir responsabilidades y obligaciones.
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