LLENÁTE
DEL ESPÍRITU SANTO
ORACIÓN INICIAL
Ven, Espíritu Creador, visita las
almas de tus fíeles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo
creaste. Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, el
dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre; Tú, que pones en nuestros
labios los tesoros de tu palabra. Enciende con tu luz nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece
nuestra débil carne, aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé Tú
mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo. Por
Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que en Ti, Espíritu de entrambos,
creamos en todo tiempo., Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al
Espíritu Consolador, por los siglos infinitos.
Amén.
Padrenuestro
que estás en el cielo…
ORACIÓN INICIAL
Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu.
Que renueve la faz de la Tierra.
Oración:
Señor danos la gracia de abrir nuestros corazones a
tu Santo Espíritu Santo y a su obrar en nuestras vidas. Purifica nuestras
mentes y nuestros corazones, perdona nuestras faltas y ayúdanos a procurar
siempre el bien, y dar amor y perdón a todos los que nos rodean.
Amén.
LECTURA BÍBLICA – JUAN 14, 15-21
Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo
rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes,
el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo
conoce. Pero ustedes lo conocen, porque está con ustedes y permanecerá en
ustedes. No los dejaré huérfanos, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco el
mundo ya no me verá, pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes también
vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre y ustedes están en mí
y yo en ustedes. El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es
el que me ama. El que me ama a mí será amado por mi Padre, y yo también lo
amaré y me manifestaré a él.»
Palabra del
Señor…..
Reflexión:
Ustedes
conocerán al Espíritu Santo porque está con ustedes y permanecerá en ustedes.
El Espíritu Santo lo reciben los que lo esperan con
oración y con ánimo dispuesto y en silencio. El Divino Espíritu nunca tumba las
puertas del corazón de nadie. O se le abre espontáneamente o se queda fuera.
Espera hasta que lo recibamos con cariño filial. Hay que obrar como lo hicieron
los primeros discípulos y como lo hacen tantos cristianos fervorosos en la
actualidad: preocuparse por darle una calurosa bienvenida en el alma al Santo
Paráclito. Y esto es lo que no hace el mundo, el cual se siente demasiado
ocupado en las cosas materiales de esta tierra para dedicarle un breve rato a
los mensajes celestiales y eternos. Que no tengamos que repetir nosotros los
versos inmortales de Lope de Vega:
Cuántas veces mi ángel me decía: “Alma,
asómate ahora a la ventana, Verás con cuánto amor llamar porfía”. Y cuántas,
hermosura soberana, “Mañana le abriremos”, respondía. Para lo mismo responder
mañana.
Cuando deseemos que se cumpla en nosotros la bella
frase de Jesús: “Vosotros conoceréis al Espíritu Santo, porque está con
vosotros”. Dediquemos una parte de nuestro ruidoso y apresurado tiempo para
esperar su llegada a nuestra alma: empleemos este tiempo en la oración, en el
silencio y en la lectura de las Sagradas Escrituras y de un momento a otro
oiremos los pasos del Espíritu que llega, o simplemente haremos el
descubrimiento que hizo el poeta cuando exclamó:
“¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras, Qué interés
se te sigue, Dueño mío, Que a mi puerta, cubierto de rocío, Pasa las noches del
invierno oscuras? “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y
me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo
(Apocalipsis 3,20)
Reflexiona …
¿Inicias tu día orando a Dios? Si tu respuesta es
SÍ, continua haciendo oración con perseverancia. Si tu respuestas es NO, dedica
al menos 5 minutos para pedirle a Dios que su Santo Espíritu te guíe y
acompañe. Pide lo mismo para tu familia y seres queridos.
¿Procuras dedicar unos minutos de tu día para leer las
escrituras y meditar en ellas en silencio? Si tu respuesta es sí, ¿Cuál ha sido
tu experiencia al llenarte de la palabra de Dios? , si tu respuesta es no ¿Qué
momento del día podrías dedicar para este encuentro con el Señor? ¿En la
mañana… antes de dormir?
TENDRÉ CADA DÍA algunos momentos de silencio para
que el Divino Espíritu pueda hablar a mi alma.
ORAR E INVOCAR: Recuerda hacer oración e invocar al
espíritu Santo antes de hacer una lectura de la Biblia y meditación.
ORACIÓN
FINAL
¡Oh, Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la
abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el don de Sabiduría,
tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas. Que
sepa, con el don del Entendimiento, ver con fe viva la importancia y la belleza
de la verdad cristiana. Que, con el don del Consejo, ponga los medios más
conducentes para santificarme, perseverar y salvarme. Que el don de Fortaleza
me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de
la salvación. Que sepa con el don de Ciencia, discernir claramente entre el
bien y el mal, lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio,
del mundo y del pecado. Que, con el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le
sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo. Finalmente,
que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los
mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado. Lléname,
sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual;
que, lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo,
la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
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