sábado, 26 de octubre de 2024

 

"El Beato José Gregorio esperanza de Dios, para nuestro pueblo"

 




Hoy a los 160 años del natalicio de nuestro Beato José Gregorio Hernández, les invito a que fijemos nuestra reflexión en algunos detalles significativos de su vida como ejemplo de entrega y servicio a Cristo en el hermano necesitado.

 

Científico y creyente

“Científico, se hizo franciscano; médico, se hizo misionero; rico en talento, quiso ser hermano de los pobres; culto, dio testimonio de Jesús no sólo con palabras, sino con su vida. Nuestro Beato, que acogió al Señor con todo su ser, nos ayuda a entrar en el espíritu del Adviento: nos recuerda que a Jesús hay que buscarlo con la vida y en medio de la historia, de manera concreta, sin abstracciones”

 

Dios nos salva asumiendo nuestra humanidad

 

El Señor Jesús cada día de la historia, en la vida cotidiana, se manifiesta: "porque Dios no ha querido salvarnos manteniéndose a distancia, sino asumiendo nuestra humanidad", haciéndose uno de nosotros, haciéndose carne:

 

“Y así como el Beato José Gregorio aprendió a amar a Cristo en la carne herida de los enfermos y de los pobres, también nosotros estamos llamados a buscarlo y amarlo en los demás, especialmente en los más necesitados, en los que no tienen nada que darnos. El Señor nos pide que nos comprometamos de manera concreta, entrando en el latido de la vida cotidiana, para impregnarla y transformarla con la gracia que Él nos da”

Esperanza ante la adversidad

“Nuestro Beato pasó por varias adversidades, pero nunca se rindió. Frente a diversos problemas de salud y otras numerosas dificultades, no se rindió: lo afrontó todo con un espíritu proactivo. Su confianza no estaba en sí mismo y en las circunstancias de la vida, sino en Dios, que nunca abandona, que cumple sus promesas, que no defrauda las expectativas”

 

 

El Beato José Gregorio nos enseña a "no encerrarnos en nosotros mismos"

 

 El Beato José Gregorio nos enseña a no encerrarnos en nosotros mismos, sino a abrirnos a la esperanza de Dios y a los demás,

 

"porque la caridad es la medicina del alma".

"Siguiendo su ejemplo, aprendamos que un pobre, un vecino que sufre, una persona solitaria que quiere un poco de compañía, alguien molesto a quien aguantar, puede ser el camino para salir de nosotros mismos, para liberarnos de nuestras caras largas y de mirar al suelo, para levantar la cabeza y emprender el camino del amor, que es el camino del Cielo.

 

 

 

Oh, José Gregorio Hernández, médico de los pobres y santo intercesor, hoy acudimos a ti con fe y esperanza para pedir tu ayuda y protección. Tú que conoces nuestras necesidades, escucha nuestras peticiones y ruega por nosotros ante Dios. Te pedimos que nos concedas la salud, el trabajo, la paz y la felicidad que tanto anhelamos.