martes, 1 de noviembre de 2016


Sentido de la pascual semanal.

“Sin Domingo no podemos Vivir

Pbro. Ángel Yvan Rodríguez Pineda



INTRODUCCION:
Los ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA acusan abiertamente a la Iglesia Católica de haber sustituido la ley de Dios, cuando en el año 321 el emperador Constantino, cambió el día de descanso del sábado por el domingo.
II. EL DIA SABADO EN EL PUEBLO JUDIO
El tercer mandamiento del decálogo dice: “Guardarás el día del sábado para santificarlo” (Deuteronomio 5,12), ya que ese día fue creado el hombre (Éxodo 20,11), y porque Dios confía el sábado como signo de la alianza a favor de su pueblo Israel, cuando fue sacado de la esclavitud en Egipto (Deuteronomio 5,15). El sábado o sabbat (Descanso) era el día consagrado a Yahvé. En el pensamiento hebreo tiene una connotación de “júbilo”, “paz” y “luz”. El sabbat empieza cuando desaparece la última luz del viernes, y dura hasta la puesta del sol del sábado. Se celebra mediante reuniones familiares y una cena especial, con la bendición de la comida y del vino; los judíos cumplidores de la ley mosaica acuden a la sinagoga para la oración y para la lectura de la Torá (Antiguo Testamento).
III.    JESUS Y EL DIA SABADO
En las Escrituras se relatan que Jesús asiste a la sinagoga el día sábado para predicar la “Buena Nueva” (Marcos 1,21; Lucas 4,16), pero con su propia autoridad de Hijo de Dios, le da la auténtica interpretación de este decálogo: “El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado” (Marcos 2,27), “El Hijo del hombre es Señor del sábado” (Marcos 2,28); además realiza varios milagros ese día a pesar de las críticas de los fariseos (Marcos 3,1-6; Lucas 13,10-17; 14,1-6; Juan 5,8-10; 9,13-16). Por esta razón, fue acusado de “quebrantar el día de reposo” (Juan 5,18). 
Cuando El mismo describe los mandamientos al joven rico, los resume de esta manera: “Y Jesús le dijo: -No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 19, 18-19). Igualmente, el Salvador del mundo al  hablar sobre el día del “juicio final”, antepone las obras de caridad a la observancia del  sábado, y de cualquier otro mandamiento (Mateo 25,31-40). “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13,34). 


IV.      LA PLENITUD DEL DOMINGO
Jesús resucita de entre los muertos “el primer día de la semana” (Mateo 28,1; Marcos 16,2; Lucas 24,1; Juan 20,1), las apariciones del Señor resucitado ocurren también en este día (Juan 20,19), incluyendo a los dos discípulos de Emaús, que reconocieron que estaban frente al Señor al “partir el pan” (Lucas 24,13-31). “El primer día de la semana”, significa entonces la nueva creación del hombre, la libertad del poder del mal y de los demonios. Para los cristianos vino a ser el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el “domingo”. La palabra domingo viene del latín “Dominucus” que significa “lo que pertenece al Señor” (Dominus), es entonces el “Día del Señor” (Dies Domini).
V.         EL DIA DOMINGO EN LA IGLESIA CATOLICA
Ya en tiempo de los apóstoles la comunidad cristiana se empezó a reunir ese día para la celebración de la Eucaristía (Acción de Gracias): “El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan” (Hechos 20,7). También se aprovechaba para recoger la limosna para los pobres de Jerusalén: “Cada primer día de la semana, cada uno de ustedes debe apartar algo, según lo que haya ganado…para que lleven a los hermanos de allá la colecta hecha por ustedes” (1 Corintios 16, 1-3).
En los primeros siglos de la existencia de la  Iglesia Católica, también se recalca la importancia del día domingo, mucho antes del año 321, con el emperador Constantino:
-      El libro de la Didajé o “Doctrina de los Apóstoles”, escrito entre los años 90 y 99, dice en el capítulo 14: “Reunidos el día del Señor, tened la Fracción del Pan y la Acción de gracias…”
-      San Ignacio de Antioquia, mártir en el año 107, en su carta a los Magnesianos, aclara: “Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observan ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por El y por su muerte”.
-      San Justino mártir, en su primera Apología, dirigida al emperador Antonio Pío, hacia el año 150, relata así la reunión de los cristianos:”Nos reunimos todos el día del sol porque es el primer día (después del sábado judío, pero también el primer día), en que Dios, sacando la materia de las tinieblas, creó al mundo; ese mismo día, Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos”.
-      Dionisio de Corinto escribió en el año 170:”Hoy observamos el día santo del Señor en que leemos sus cartas”.
-      Victoriano en el año 300, dijo: “En el día del Señor acudimos a tomar nuestro pan dando gracias, para que no se crea que observamos el sábado con los judíos, lo cual Cristo mismo, el Señor del sábado abolió en su cuerpo”.
-      En el reinado del emperador romano Diocleciano, en el año 304, había prohibido a los católicos “so pena de muerte, poseer las Escrituras, reunirse el domingo para celebrar la Eucaristía y construir lugares para sus asambleas”. En Abitene, pequeña localidad en lo que hoy es Túnez, en un día domingo se sorprendió a 49 feligreses celebrando la Eucaristía, fueron llevados a Cartago para ser interrogados por el procónsul Anulino. En particular, fue significativa la respuesta que ofreció Emérito al procónsul, tras preguntarle por qué habían violado la orden del emperador. Le dijo: “Sine dominico non possumus” (Sin el domingo no podemos vivir). Después de atroces torturas, los 49 mártires fueron ajusticiados.

-      El documento apócrifo “La Carta del Domingo”, redactado entre los siglos V o VI, subraya el carácter santo del domingo como exclusividad de los católicos: “El domingo es el día del Señor, porque en él resucitó Cristo de entre los muertos, y en él tuvo lugar la anunciación a María y el bautismo en el Jordán; en él tendrá lugar asimismo el juicio final. También es el día en que Dios creó el universo y en que la Trinidad se apareció a Abraham en figura de los tres ángeles”.

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